Stay with me



 Título: Stay with me
 Autor: nessita
 Grupo: MBLAQ
 Género: yaoi
 Takes: escribiendo
 Rating: +15


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1

El menor se encontraba tumbado en la cama. Aún necesitaba descansar después de la operación que había sufrido. Y aunque estaba mucho mejor, sólo era físicamente. Desde hace semanas su hyung estaba raro y él estaba muy preocupado. “¿Qué te pasa, hyung?” se preguntó a sí mismo en voz alta, resopló y se cambió de postura mirando hacia la ventana. En ese momento, entró su hermana en la habitación.

- ¿Cheolyong? ¿Estás despierto? –dijo Go Eunah

El pequeño Mir se giró sorprendido. No esperaba que su noona fuera a visitarle hoy puesto que ahora estaba muy ocupada con su trabajo. El chico de MBLAQ la miró con una sonrisa.

- ¡Noona! ¡¡Has venido!!
- Sí. –se río- ¿Qué tal estás pequeño?
- Mejor. Ya me duele menos. ¡Tengo ganas de volver al escenario!
- Ey ey ey, no te apresures. Todo necesita su tiempo. Lo importante es que te recuperes bien. Ya tendrás tiempo de volver al escenario. No te agobies, ¿vale?
- Sí noona. Pero echo de menos estar con los hyungs promocionando… -realmente, a quién echaba de menos era a SU hyung, a su líder. Y más desde que estaba tan raro…
- Pero tienes que ser paciente. ¿Harás caso a tu noona, verdad? –Eunah sonrió al pequeño mientras le revolvía el pelo.
- Sí noona, lo seré…. –Mir suspiró.

Los hermanos estuvieron un largo rato hablando. Eunah le contaba a su dongsaeng las cosas nuevas sobre su trabajo. El pequeño se entusiasmaba mucho cuando su noona le contaba cosas sobre su trabajo, siempre la ha admirado muchísimo y le encantaba escucharla. Además, eso hacía que se olvidase durante un rato de los dolores de cabeza que le causaba pensar en qué podría pasarle a Seungho para que se comportase así últimamente.






“Debería de llamarle” pensó el líder con el móvil en la mano mientras buscaba el número del maknae de MBLAQ en su agenda. Cuando llegó al contacto, se sentó en la silla y miró a su alrededor. Seungho no sabía qué hacer… ¿qué le diría? Las cosas entre Mir y él no estaban bien desde hace un tiempo… y no sabría cómo actuar. Volvió a mirar al móvil y leyó por última vez su nombre para después guardarlo y salir de la habitación. Se dirigió a la cocina donde se encontró con Thunder.

- Hola hyung. –saludó el pequeño de los dos.
- Hola –dijo de forma seca el mayor. Thunder le miró extrañado pero no le dio mayor importancia. “Un mal día” pensó el raper.
- Vamos a ir a ver a Mir después de que vengan los hyungs. ¿Vas a venir? –preguntó Cheondoong. El líder paró en seco su búsqueda en la nevera. Suspiró y se giró con una falsa sonrisa.
- Por supuesto. –se tocó la cabeza. –¡Voy a prepararme! –y el líder cerró la nevera con un leve portazo para dirigirse a la ducha.


Mientras el líder se vestía, no podía dejar de darle vueltas a qué le diría a Mir cuando le viese. El resto de los miembros no saben nada de su relación furtiva excepto G.O. Con él siempre ha habido mucha confianza y podían contarle cualquier cosa, y aunque no fuera así, el bailarín les pilló un día en la sala de ensayo entre miradas y besos cuando todos se habían marchado.

Seungho se vestía entre pensamientos. Echaba de menos a su pequeño maknae, quería verle y abrazarle, volver a sentir ese gusanillo que le recorría cada vez que se encontraban a solas, sentir el amor en las miradas que se echaban cuando nadie se daba cuenta… pero por otro lado, no podía seguir con ello. Algo, y no sabía el qué, le estaba haciendo cambiar de pensamiento. No quería que se acabase lo que sentía por el pequeño de los MBLAQ, pero en el corazón no manda nadie…

- ¡Hyung! –gritó Joon.– ¡Date prisa! Vamos a llegar tarde…
- Sisi, ya bajo. –el líder cogió su móvil y se dirigió a la entrada donde le esperaban el resto de los miembros.



La visita al maknae transcurrió entre risas de los 5 amigos. Mir no dejaba de preguntarles que qué tal llevaban las promociones sin él, que si le echaban de menos… todos sus compañeros le dijeron que no sólo por hacerle rabiar, y el pequeño notó que era una broma por parte de todos excepto en la de su líder. Su mirada le decía que realmente no le echaba de menos… o no tanto como al maknae le gustaría. Sin embargo, el raper no quiso darle demasiada importancia y mucho menos delante de todos los miembros, no quería que se le notase su “mal de amores” así que actuó como el travieso y alegre Mir que todos conocían. Por otra parte, al líder le extrañó no notar ese malestar en el pequeño “¿por qué actúa como si nada? ¿por qué no soy capaz de sentir su preocupación en lo nuestro?” pensó… Le reconcomía una y otra vez saber la respuesta, sin embargo, también le aliviaba que fuera así… porque quizás eso haría que el momento en el que ambos hablaran sobre el final de su relación no le haría demasiado daño al pequeño Mir.








Eran las 2 de la mañana y Seungho estaba sólo en el salón de casa bebiendo mientras el resto de los miembros estaban durmiendo. Bastante afectado por el alcohol, se levantó a la cocina a por más hielo y bebida. Según cerró el congelador, se encontró a G.O. sin camiseta y totalmente dormido. Su dongsaeng se había desvelado y había ido a por un poco de agua.

- Hyung, ¿qué haces despierto? –se frotó los ojos y le miró a las manos.- Despierto… ¿y bebiendo?
- Nada, no podía dormir. –Seungho se apartó de su compañero y se fue directo al salón. El pequeño observaba cómo se iba y tras un suspiro, le siguió.
- ¿Qué te pasa? –le preguntó directamente mientras se sentaba a su lado.
- Nada G.O., de verdad. No te preocupes y ve a dormir. Es tarde.
- Seungho, sé que no te gusta hablar de tus cosas, pero llevas un tiempo bastante despistado y en tu mundo. Y aunque yo no soy el líder, me preocupo por todos los miembros. Además, soy tu amigo… Quiero que estés bien… -G.O. le pasó un brazo por la espalda a Seungho, el mayor sólo pudo contener las lágrimas y apretar los puños. –Vamos, no estés triste. Desahógate.- Seungho respiró…
- G.O… mal de amores. Son sólo mal de amores. –le miró con los ojos llorosos y volvió a agachar la cabeza. G.O. le acarició la espalda dándole ánimos. Ahora entendía la situación en casa de Mir. – ¿qué hago?
- Cuéntame qué ha pasado con el maknae…
- Nada. Eso es lo que pasa. Que no ha pasado nada –dijo mientras golpeaba el sofá entre lágrimas. –Yo ya no sé que siento ni que siente él. ¡No lo sé! –gritó- Ya no sé si quiero estar con él o si él quiere estar conmigo. Si le quiero… si no… -suspiró. –Esto es una mierda. -El menor le miraba con tristeza.
- ¿Has hablado con él de esto?
- ¿Pero cómo voy a hablarlo con él? … ¿le has visto hoy? ¿LE HAS VISTO? –volvió a gritar- Me ha ignorado. Me ha ignorado mucho. Hace días que no estamos bien y, después de tanto tiempo sin vernos, se comporta así…
- Pero vamos a ver Seungho. ¿No eres tú el que te querías distanciar de él?
- Sí. Pero…
- Pero te duele que pase de ti. Quieres seguir teniéndole ahí. –le interrumpió G.O. Seungho agachó la cabeza. –Seungho, no puedes tenerle ahí si no quieres estar con él. No puedes enfadarte porque hoy no te haga caso después de que tú llevas pasando de él bastantes días. Las cosas no van así… y lo sabes. –el chico pelirrojo asintió mientras volvía a apretar sus puños. El pequeño le cogió de la barbilla y le obligó a mirarle. –Lo sabes, ¿verdad? -Le dijo sonriéndole.
- Lo sé… -cogió el vaso para volver a beber, pero su dongsaeng le paró.
- Ya. Para… deja de beber… estás bastante borracho ya y deberías ir a dormir.
- No, trae. Déjame seguir bebiendo. –rechistó el líder.
- Seungho, que me escuches. –G.O. reclamó su atención. –¡Deja ya de beber! Esto no te está haciendo bien.


Tuvieron un leve forcejeo por el vaso de whisky. El chico castaño se resistía a que el líder cogiera el vaso, pero Seungho era bastante fuerte y más en el estado en el que se encontraba. De la fuerza con la que intentó coger el vaso, se resbaló haciéndolo caer al suelo y él cayéndose encima de su dongsaeng. Les separaban escasos centímetros. Podían notar perfectamente la respiración del otro. Seungho le miró a los ojos y G.O. también. La mirada del líder había cambiado. Ya no estaba llena de lágrimas… su mirada era firme y G.O. estaba asustado. ¿Pero acaso no es lo que realmente quería?

Finalmente, G.O. suspiró y Seungho se abalanzó a los labios de su pequeño dongsaeng.


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2


Le besó con fuerza. Sin dudarlo ni un momento. Sus labios se entrelazaron en un beso perfecto de pasión y deseo. Tras un rato besándose, lograron separarse, y G.O. le miró fijamente a los ojos mientras rodeaba su cuello. Seungho volvió a besarle y se dejaron llevar. Las manos del líder recorrían libremente el torso desnudo de G.O., las respiraciones empezaban a aumentar. El mayor se separó para quitarse la camiseta y quedarse igual que G.O. Realmente el líder envidaba el cuerpo de su dongsaeng. Tenía un torso muy trabajado donde se le marcaban los abdominales. En realidad, G.O. podía presumir de tener la perfecta letra del rey en su cuerpo. Al mayor le parecía tan sexy el torso de su pequeño que no podía parar de explorarlo… Dejó de besarle para bajar por su cuello. El mayor se detuvo durante un buen rato en esa zona mientras que con su mano fue a desabrocharle el pantalón. G.O. estaba muy excitado y su respiración era totalmente acelerada. Cuando Seungho atinó a desabrochar el pantalón y subió a besar a su compañero con fuerza, sonó un ruido en la casa. Quizás una puerta de las habitaciones…

- Hyung… -logró decir el pequeño entre besos y jadeos. –vamos a parar. Nos pueden pillar. –dijo mientras intentaba apartarle.
- Shhhh…. calla y bésame
- No hyung, para. No podemos seguir con esto. –G.O. intentó levantarse pero Seungho se lo impedía y continuó besándolo. El pequeño se dejó llevar por un beso más… -No, hyung no. Ya, paremos. –se deshizo de su líder como pudo y se puso de pie. Seungho le miraba desde el sofá medio tumbado. –Hyung… esto no está bien. –se dio media vuelta para irse.
- G.O-ah. Mientras te besaba hace un momento no decías lo mismo –le reprochó el líder. El chico castaño le miró con tristeza, ¿cómo podía jugar así con sus sentimientos? ¿cómo podía ser tan cruel?
- Buenas noches hyung… -G.O. abandonó el salón para irse a la cama sin prestar atención a lo que el líder seguía recitando.








El sol entraba por la ventana del pequeño maknae de MBLAQ. Era hora de levantarse ya que tocaba revisión. Además, luego iría a la compañía a ver a sus compañeros. Tenía ganas de hacerles rabiar un rato y de ver a Seungho otra vez… Se vistió con mucho cuidado, desayunó y salió rumbo a su cita junto a su madre como acompañante. La prueba salió a la perfección y el maknae ya estaba mucho mejor. No podía bailar pero el médico le había dicho que podía aparecer en las performances del grupo siempre con mucho cuidado. Mir salió enormemente feliz de la clínica deseando llegar a la compañía para decírselo a sus compañeros. De camino, no paró de tararear las canciones de la radio. El pequeño lucía una sonrisa preciosa. Estaba deseoso por volver a subir a los escenarios






- ¡Chicos! –entró el maknae gritando en la sala de ensayo. Todos le miraron. –Vengo de la clínica, ¡me ha dicho el médico que puedo volver a actuar! –todos sonrieron y Joon fue a abrazarle. Él, sin embargo, buscó la mirada del líder mientras recibía el abrazo de su amigo.
- ¡Cuánto me alegro! –dijo Thunder mientras se acercaba a él para revolverle el pelo. G.O. sonrió al maknae. Sin embargo, el líder, se quedó petrificado en la sala “¿Mir va a volver a actuar ya?” pensó.
- ¡Estoy súper feliz hyungs! –gritó el maknae. “¿Qué le pasa a Seungho hyung? ¿Y a GO hyung?” pensó mientras los miraba entre las bromas que les estaban haciendo Joon y Thunder. –Seungho hyung, ¿no te alegras? –el pelirrojo se quedó petrificado ante la pregunta del maknae.
- S-si... ¿cómo no me voy a alegrar? –hizo una pausa. –Ven y dame un abrazo. -dijo sin mucho ánimo.


Cuando el líder y el maknae se abrazaron sin mostrar mucho cariño, G.O. tiró la toalla al suelo de mala gana y salió por la puerta de la sala dirección al vestuario. Todos los presentes se quedaron asombrados ante su reacción. Mir, no entendía nada de lo que estaba pasando. “¿Por qué G.O. actúa así? Él lo sabe… ¿no debería de alegrarse?” pensó el pequeño de MBLAQ.

- ¿Qué le pasa a G.O. hyung? –preguntó Joon
- No habrá dormido bien… hoy no tenía muy buena cara. –dijo el líder quitándole importancia a la reacción, aunque él sabía perfectamente el por qué de su comportamiento.



G.O. decidió que su práctica había acabado y se metió en la ducha. Se vistió y fue a la sala para decirles a los miembros que se iba a casa con la excusa de que no se encontraba bien. Los chicos no preguntaron más, sólo Mir y Seungho le miraron extrañados, pero no dijeron ni una palabra. Se marchó a casa y cuando llegó se dejó caer en el sofá. El mismo sofá donde la noche anterior estuvo con el líder. Donde tuvieron ese encuentro furtivo que él tanto había deseado pero que ahora, le hubiera gustado que jamás hubiera pasado. O no de esa forma. Seungho le había utilizado… al fin y al cabo su hyung seguía enamorado de Mir y no de él. Todo lo que Seungho hizo ayer fue bajo el efecto del alcohol y del enfado que tiene con Mir. “Era de esperar, ¿no crees?” se dijo a sí mismo. Resopló y se subió a la habitación directo a la cama. Quería que el día acabase ya.








El siguiente día transcurrió sin muchas novedades. Los mayores de MBLAQ seguían actuando extraños a los ojos de los pequeños. La única novedad es que Mir volvía al dormitorio esa misma tarde. Le acogieron en casa como siempre y celebraron una pequeña cena especial por su vuelta a casa aunque sin muchos ánimos. Todos los miembros se acostaron pronto. Al día siguiente tenían un día duro de práctica y ensayo. El único que se mantuvo despierto hasta altas horas fue Seungho. Pero esta vez no bajó a beber. Otra vez no. Se quedó en su habitación dando vueltas en la cama. No quería que por cualquier motivo pudiera repetirse lo del día anterior. Realmente sentía mucho lo que pasó con G.O. Él no quería hacer daño a su dongsaeng, y por culpa del alcohol y la situación en la que se encontraba con Mir, perdió toda lógica y se dejó llevar. Ahora que lo pensaba fríamente, si hubiera pasado algo más, hubiera sido divertido. Sin embargo, su corazón era totalmente de Mir y no podía entender que pudiera pasar algo más con cualquier persona que no fuera él, que no fuera su pequeño. Desde que conoció a Mir siempre le tuvo un cariño especial. Era el pequeño del grupo y tenía que cuidarle. Se le veía tan frágil… siempre ha sentido la necesidad de cuidarle, de ayudarle en todo lo que fuera necesario, por eso pasaban mucho tiempo juntos y eso fue lo que hizo que sus sentimientos aumentaran cada día hasta que cayó enamorado sin remedio de él. El líder recordaba con añoranza esos días… no fue fácil conseguir al maknae. Ni tampoco lo fue aceptar que se había enamorado de un hombre. ¿Cómo iba a ser posible? Pero el amor no tiene fronteras y no pudo evitar caer rendido ante los encantos del pequeño. Seungho dio una vuelta en la cama cambiando de posición y suspiró. En su mente empezaron a llover recuerdos del primer día. De esa primera vez cuando se declaró a Mir y como el pequeño le miraba asustado. Él también empezó a sentir lo mismo que su hyung pero no era capaz de aceptarlo. ¿Quién aceptaría eso? Sin duda al rapero le costó mucho más aceptarlo. Por eso Seungho tenía que luchar todos los días por su amor y demostrarle a su compañero que lo que sentía era de verdad. Que estaba enamorado de él y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por él. Poco a poco fue ganando la confianza del pequeño, cada vez disfrutaban de más momentos juntos, más miradas y cariño entre ellos. Nadie se extrañó de esta situación, puesto que daban la imagen de dos hermanos de verdad. El hermano mayor cuidando del hermano pequeño. Una imagen tierna que a todo el mundo le parecía realmente adorable. Lo que no sabían es que esa imagen escondía amor de verdad. Sin querer, vino a su mente ese día en el que finalmente Mir le declaró su amor. Han pasado ya 10 meses de aquel día. Ese día en el que en la sala de ensayo mientras practicaban los dos solos, Mir se tropezó y Seungho fue a ayudarle a levantarse, cuando Mir le empujó hacia él haciendo que el líder cayera sobre el cuerpo del pequeño. Se miraron a los ojos y se sonrieron.

- Hyung… -hizo una pausa. –No sé por dónde empezar… pero me gustaría hablar sobre… ya sabes. –Seungho sonrió.
- Por dónde quieras, pequeño. –le dijo mientras le apartaba el flequillo de la cara. Mir agachó la cabeza vergonzoso. –Dime.
- Hyung… yo… bueno, no es fácil para mí. Y sé que para ti tampoco lo es. –hizo una pausa para respirar y coger fuerzas. –sé que… sé lo que sientes por mí. Y también sé que cuando me lo confesaste mi reacción fue más exagerada de lo que esperabas. Pero entiéndeme, ¿qué querías que hiciera? –el líder le escuchaba atentamente. No quería interrumpirle. La mirada del pequeño le decía que las palabras que iban a salir de la voz de Mir serían la más dulce melodía que podría escuchar en ese momento. –Seungho-ssi… yo… yo… -al pequeño le costaba confesar sus sentimientos. Pero tenía que hacerlo. Había decidido que tenía que ser ese día. No podía dejarlo pasar más. Suspiró. –Hyung… yo te quiero. –Jamás se había visto una sonrisa más amplia y llena de felicidad en los labios del mayor. “Por fin” pensó el líder. Y sin más, le abrazó. Abrazó a su pequeño maknae con todas sus ganas. Se fundieron en un abrazo donde los ojos de ambos se inundaron de lágrimas de felicidad. La confesión fue como un descanso para ambos. Ese mismo momento les hizo libres. Seungho se separó de Mir y le cogió de la barbilla para mirarle a los ojos
- Pequeño –sonrió. –yo también te quiero. Y voy a cuidar de ti. Voy a demostrarte mi amor cada día. No lo dudes ni un segundo.


Y sin más, el líder le besó en los labios. Había esperado tanto ese momento… ese día en el que podría besar sus labios… Seungho creyó estar tocando el cielo. Realmente le amaba.






El líder volvió a revolverse entre las sábanas. Sus ojos estaban llenos de lágrimas. “¿Por qué todo es tan difícil? ¿Por qué tuvo que pasar eso?” se dijo así mismo mientras apretaba su puño. En ese momento, alguien llamó a su puerta y la abrió despacio.
- Hyung… sé que estás despierto ¿puedo pasar? –dijo alguien desde la penumbra de la entrada. –Necesito hablar contigo…


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3




Seungho se quedó paralizado. No esperaba que fuera él el que diera el primer paso para hablar. Y menos después de cómo se había comportado hoy.

- Pasa. –dijo el mayor. El otro chico entró en la habitación y se sentó en la cama mientras Seungho se incorporaba. –Dime, ¿de qué quieres hablar?
- Creo que deberíamos hablar de todo lo que pasó ayer y hoy. No podemos seguir así. Los demás lo están notando y estamos en plena promoción. No podemos dejar que esto afecte a nuestra carrera. –dijo el menor. Seungho resopló… no tenía ganas de hablar pero sabía que en algún momento esto tendría que pasar.
- Vale. Lo siento G.O.-ah. Sé que me pasé ayer y que todo lo que sucedió no debió de haber pasado. El alcohol y mi estado me jugaron una mala pasada. Sé que me comporté como un idiota y entendería que no quisieras saber nada más de mí, sólo lo que incumbe al terreno profesional. –el líder se estaba disculpando de verdad, aunque con un tono de sarcasmo que al pequeño no le gustó nada.
- ¿No crees que deberías de decir las cosas con sinceridad? Pienso que esto no son formas de disculparse, hyung.
- Eso estoy haciendo. ¿Por qué no me crees?
- Ajá. –le miró de arriba abajo. –Tú crees que esto son las formas correctas, ¿no? –Seungho le miró con desprecio. –Muy bien hyung. Sólo venía a decirte que hablaré con Mir. Le contaré todo lo que ha pasado. No por fastidiarte a ti… sino porque creo que debería saberlo. No puedo engañarle. Porque para mí Mir es como mi hermano pequeño.
- ¡Ni se te ocurra decirle nada a Mir! –le dijo el líder levantando la voz. –No le digas nada, por favor… -esta vez su tono de voz bajó ya que se dio cuenta que no eran horas para alzar la voz ni él estaba en posición de exigir nada a nadie después de lo que había pasado.
- Lo siento Seungho-ssi. Hablaré con Mir. Buenas noches. –se dio media vuelta y salió de la habitación.

El mayor estaba incrédulo y nervioso. Mir no debía enterarse de lo que había pasado. No. Jamás debía saberlo. Nunca le perdonaría. Se levantó de la cama y dio vueltas por la habitación pensando cómo solucionar lo que había pasado. Él quería arreglar su situación con Mir a pesar de lo que pasó. El maknae era la persona más importante de su vida y no iba a dejar que nadie le arrebatara la persona que le daba sentido cada día. Miró a la foto que tiene colgada en su habitación con todos los miembros fijando su mirada en Mir. Sacudió la cabeza y salió del cuarto. Sin saber qué hacía, llegó hasta el cuarto del maknae. Abrió la puerta y le miró en la penumbra mientras dormía. El pequeño estaba boca-abajo descansando. El líder siguió observándole, se le veía tan tierno… en ese momento Mir se dio la vuelta y se colocó de lado mirando hacia la puerta. Bostezó.

- Qué bonito es… -susurró Seungho.

Se acercó a él y continuó mirándole. En ese momento, Mir se volvió a girar pero esta vez se topó con el cuerpo de su líder lo que le hizo despertarse.

- Hyung… ¿qué haces aquí? –preguntó incorporándose.
- Hola pequeño… -sonrió el líder
- Hola… -el maknae miró a su alrededor. No entendía nada. -¿Qué hora es? Es muy tarde…
- Sí, lo es. –Mir seguía mirándole sin entender nada. Seungho le revolvió el pelo. –Sólo quería venir a darte las buenas noches. –le dio un dulce beso en los labios, se levantó y se fue hasta la puerta. –Buenas noches pequeño. –sonrió y salió de la habitación.

Mir sólo podía quedarse petrificado en su cama sin saber qué hacer ni entendía a cuento de qué había venido todo esto. “¿Hyung?” se preguntó. Se quedó mirando hacia la ventana. Ahora no podía conciliar el sueño, su cabeza sólo le daba vueltas a lo que acababa de pasar con Seungho. Tras un rato pensando sobre ello, se levantó de la cama y se fue a la habitación del líder. Entró sin dudarlo y se encontró a su hyung tumbado en la cama. Mir se tumbó a su lado y le abrazó por la espalda.

- Hyung… ¿me has echado de menos? -Preguntó el menor
- Por supuesto… mucho. No sabes cuánto. –mintió. En cierta manera.
- ¿Por qué no me has llamado en este tiempo? –los ojos del maknae estaban llenos de lágrimas.
- Lo siento pequeño… sé que debí haberte llamado. Pero he estado confuso. –el líder agarró la mano de Mir. –Perdóname. –Mir sólo pudo darle un dulce beso en el hombro. El mayor se giró y le miró a los ojos.
- Hyung… yo te quiero. Nunca he dejado de hacerlo… lo sabes, ¿verdad? –el líder se sentía tan culpable por la noche anterior…
- Sí. Lo sé. –le acarició la cara para posar su mano en el cuello de su compañero.

El maknae le miró, y se lanzó a los labios de su hyung. Fue un beso dulce y lleno de amor. Mir le transmitió todos sus sentimientos a través de ese beso y Seungho pudo notarlo. Lo notó tanto que le dolió en el alma. Había engañado a su pequeño Mir. Pero cada caricia que el maknae le hacía a medida que le besaba, iba haciéndole olvidar todo. Simplemente, se entregó a él. Quería volver a sentirle, olvidar todo lo que había pasado y empezar de cero. Lentamente, el líder se separó de él para quitarle la camiseta y abrazarle. El menor simplemente se dejó llevar. Dejó que esta vez Seungho fuera el que guiase. Entre besos y caricias, se fueron deshaciendo de toda la ropa. Se encontraban uno en frente del otro, totalmente desnudos. Después de mucho tiempo, volvieron a sentirse uno.






El despertador de Seungho empezó a sonar. Eran las 7 de la mañana. Se giró y se encontró con Mir desnudo abrazándole. Apagó el despertador y dio un beso al pequeño para despertarlo. Éste le miró y el líder con una sonrisa le dijo “Buenos días”. Mir sólo pudo sonreir.

- ¡Vamos! Hoy tenemos un día duro. –Seungho se apresuró a vestirse mientras Mir le miraba desde la cama. –¡¡Venga, venga!! Además, tienes que salir de aquí ¡ya! Cómo te vean los demás en mi cuarto…
- Sí sí hyung, voy. –Salió de la cama y se vistió para irse de la habitación. No sin antes darle un beso de buenos días a su hyung.

Cuando Mir bajó a la cocina para desayunar, ya estaban todos despiertos. Joon y Thunder estaban aún dormidos. La cara de G.O. decía todo lo contrario… él estaba totalmente despierto. No había pasado buena noche.

- Llegamos tarde. Vamos. –ordenó G.O.

Todos salieron de la cocina y se dirigieron a la puerta. Cuando llegaron a la compañía, empezaron con sus ensayos de voz, para después dar paso a una tarde intensa de práctica de baile. Necesitaban mejorar. Aún había pasos que perfeccionar y tenían que hacerlo bien. Por su parte, Mir debido a su reciente operación no podía ensayar, así que se limitó a mirar como bailaban sus compañeros. En uno de los descansos, G.O. se fue al vestuario Se encontró a Mir allí que había ido hacía escasos minutos.

- Hola hyung. –saludó el pequeño.
- Hola.
- ¿Qué te pasa hyung? Hoy estás muy seco
- ¿A mí? A mí no me pasa nada.
- No sé… yo creo que sí. Estás muy raro. ¿Ha pasado algo en mi ausencia?

La mente del chico castaño fue un torbellino de recuerdos en ese momento. Su cabeza empezó a repasar cada minuto que pasó junto al líder. Sin olvidar ni un solo detalle. El momento en que le vio en la cocina. Cuando le confesó que no estaba en un buen momento con el maknae. También cuando intentó pararle para seguir bebiendo… y por supuesto, cada beso y caricia. Incluso el momento en el que admiró a su líder sin camiseta encima de él. G.O. suspiró…

- En realidad… sí Mir. Han pasado muchas cosas.
- ¿Ah sí? ¿Qué ha pasado? Cuéntame.
- Ven, siéntate… tenemos que hablar largo y tendido.





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4



- G.O hyung… ¿qué pasa? Tu cara me dice que nada bueno…
- Verás Mir… -suspiró. –No sé muy bien cómo ha pasado todo esto.
- Hyung, pues empieza por el principio. Pero empieza. –el maknae estaba muy nervioso. Sabía que lo que tuviera que decirle G.O. tenía que ver con Seungho.
- ¿Qué hacéis chicos? –el líder del grupo les interrumpió. Sabía que no podía dejarlos solos porque G.O. hablaría con Mir, y que el pequeño supiese sobre lo que pasó no podría permitirlo. Y menos después de reconciliarse.
- ¡Hyung! –dijeron ambos. Mir lo gritó sorprendido y G.O. lo susurró de mala gana.
- ¿Por qué no venís a ensayar? Aún hay pasos que tenemos que seguir mejorando.
- Sí, claro… ya vamos… -dijo desanimado G.O.


Los tres chicos salieron del vestuario y cumplieron con sus obligaciones. La noche finalmente llegó y tampoco trajo ninguna novedad. Cenaron y se fueron pronto a la cama ya que al día siguiente tenían programa de música y tenían que actuar. De esta misma forma se fue desarrollando el fin de semana. Mir cada día se encontraba mejor, iba a los programas y actuaba aunque no pudiera bailar. Había logrado olvidar lo que G.O quería contarle, por lo que las cosas con Seungho iban cada vez mejor, parecía que todo se había aclarado entre ellos dos y volvían a ser los de siempre. O por lo menos así lo veía Mir. El líder, en cambio, se encontraba bien con el pequeño pero desde que pasó aquel encuentro con G.O. está en un sin vivir… atento a evitar cualquier situación en la que ellos dos puediesen estar solos más de 5 minutos. G.O. parecía que ya estaba olvidando su encuentro con el líder… o por lo menos en apariencia. Sabía que no tenía nada que hacer y que no podría luchar en contra del amor que unían al mayor y al pequeño de MBLAQ. Así que se resignó y siguió con su vida como si nada, o por lo menos intentándolo. Ignorando sus sentimientos y aquel encuentro de hace varios días.





Seungho estaba en su habitación jugando al starcraft. Disfrutaba de su tiempo libre echando una partida, que desde que empezaron a promocionar no había podido ni tocar el ordenador. G.O. llamó a la puerta que estaba entreabierta y pasó.

- Seungho-ssi
- Dime –contestó el líder sin mirar. Estaba demasiado centrado en su partida.
- Me ha llamado manager-hyung porque tú no le cogías el teléfono. –hizo una pausa esperando que Seungho dijera algo. No fue así, por lo que continuó. –Nos han cancelado el programa de mañana.
- ¿Qué? ¿Por qué? –el líder se giró a mirarlo y olvidó la partida. Aunque diera la apariencia de un líder irresponsable, él realmente se preocupaba por el grupo.
- No lo sé. Manager hyung no me lo ha dicho, dice que te lo dirá a ti cuando quieras cogerle el teléfono. –G.O. se dio media vuelta para salir de la habitación. Desde lo que sucedió, el chico castaño intenta evitar cualquier momento con él a solas.
- G.O.-ah… espera un momento. –El menor se detuvo de espaldas a él esperando a escuchar lo que tuvieran que decirle. Seungho respiró. -¿Qué tal estás? -parecía una pregunta normal y corriente, pero los dos sabían a lo que se refería.
- ¿Qué cómo estoy? Prefiero no hablar del tema.
- Yo… lo siento. Lo siento de veras. No quería hacerte daño.
- Seungho-ssi, no quiero hablar del tema. –cortó la conversación secamente. –Me voy, ¿sí? –el líder se levantó y le agarró de la muñeca.
- G.O., escúchame. Déjame explicarme aunque sea. Prometo que no volveré a hablar más del tema. Necesito explicarme. –Hizo una pausa. –Por favor.
- Está bien. Explícate.
- Yo… jamás tuve que hacer lo que hice. Estaba borracho… mucho. Y además, estaba con Mir… -suspiró mientras apoyaba su cabeza sobre su mano izquierda. –No tenía que haberte besado ni haber dejado que pasara todo lo demás… En verdad lo siento mucho…
- Ufff… No le des más importancia. Lo que pasó, se queda en el pasado. –se giró y le miró a los ojos. –Ah, y no te preocupes. No lo diré nada al maknae…
- ¿D-de verdad? –preguntó aliviado Seungho.
- De verdad. –sonrió. –Sólo quiero que seas feliz. Y Mir también. Y bueno… si lo vais a ser estando juntos, adelante. –Seungho se emocionó y se levantó a darle un abrazo.
- Gracias G.O.







Joon había ido a su habitación a por unas revistas para enseñarles un artículo a Thunder y Mir sobre el que estaban hablando en el salón entre risas. Cuando salió de su habitación, escuchó al líder disculparse. “¿Con quién?” se preguntó a sí mismo. No pudo evitarlo y se acercó a la puerta de la habitación del líder. Escuchó toda la conversación que mantuvieron sus dos hyungs. “¿Besado? ¿estaba con Mir? ¿todo lo demás?” Joon no daba crédito a lo que estaba escuchando. ¿Cómo nunca se había dado cuenta de lo que estaba pasando en MBLAQ? Escuchó unos pasos como si alguien fuera a salir de la habitación, por lo que se apresuró a volver a entrar en su cuarto y hacer tiempo para que no supieran que sabía todo. Cerró la puerta y se dejó caer contra la misma para finalmente sentarse apoyándose en ella.

- Seungho hyung está con Mir… -hizo una pausa. –Y estando con Mir… le ha engañado con G.O. hyung. Esto no puede ser verdad

Dijo en voz baja sin terminar de creérselo. Tragó saliva y volvió a repetirse la misma frase en su cabeza. No podía creerlo. Seungho siempre había sido un chico muy varonil y despertaba mucho interés entre las chicas, al igual que Mir. Después de un rato pensativo, se levantó y bajó al salón con la mejor cara que pudo. Allí estaban todos. Casualmente, el líder estaba sentado al lado del maknae, y Thunder y G.O. en el otro sofá. Hablaban precisamente del mismo tema de conversación en el que estaba él metido antes de enterarse del nuevo secreto de MBLAQ.

- ¡Joonnie hyung! –le gritó Mir. –Corre, ven –Joon fue y se sentó al lado de él. -¿Has encontrado la revista?
- N-no. No, no. –el bailarín estaba nervioso. –No la he encontrado.
- Bueno, no pasa nada. Sigo teniendo razón, decid lo queráis. –sentenció Thunder
- ¿Qué? Para nada enano. A mí o me lo demuestras o nada. Que es muy fácil decir las cosas sin pruebas –le reprochó G.O. bromeando.

Joon les miraba atónitos. No había cambiado nada pero todo era diferente a hace una hora. Ellos seguían con su vida como si nada fuera raro. Simplemente se querían entre ellos. O se atraían… y ya está. El bailarín miró fijamente a Mir. El maknae lucía una preciosa sonrisa y estaba pegándose de broma con el líder. Las horas pasaron mientras los 5 amigos compartían una tarde-noche de risas en su tiempo libre. Mañana ya tendrían tiempo para pensar en el estrés de la promoción de nuevo.








Era hora de levantarse y acudir a la compañía. El primero en despertarse fue Seungho y cuando fue a despertarlos, se dio cuenta que Joon no estaban en casa. Cogió su móvil y le llamó. El bailarín no respondió hasta que no tuvo al menos 5 llamadas perdidas. El líder estaba preocupado.

- Joonah, ¿dónde estás?
- Estoy ensayando.
- ¿Qué haces allí tan pronto? ¿Por qué no esperaste a irnos todos juntos?
- No podía dormir y ya está. No pienses demasiado sobre ello.
- Pero… ¿estás bien?
- Sí, estoy bien. Os espero aquí. ¿Sí? Voy a colgar hyung

Seungho se quedó mirando al móvil, sacudió la cabeza y se puso en marcha. Todos los demás miembros se levantaron. Mir tuvo un despertar especial al resto. El chico pelirrojo entró en su habitación y se acercó a él para que cuando el pequeño despertara le encontrara tumbado a su lado, y le dio un tierno beso de buenos días. Entre risas de buena mañana, se vistieron, desayunaron y salieron de casa. Thunder preguntó por Joon y Seungho les explicó a todos que habló con él según se levantó y que se encontraba en la compañía, por lo que ninguno se preocupó demasiado por él. Al fin y al cabo le iban a ver ahora.




La práctica de hoy fue dura, pero consiguieron terminarla con éxito. Se ducharon y volvieron a casa. Joon seguía incrédulo ante la situación que había en MBLAQ, sin embargo no habló con ninguno y se limitó a bailar. Cuando llegaron a casa, el bailarín fue a hablar con Thunder. Necesitaba saber si era el único en el grupo que no sabía qué estaba pasando. Cuando entró en la habitación de su dongsaeng, Thunder estaba tumbado en la cama escuchando música desde su ipod. Ya casi estaba medio dormido…

- Oh, hyung. –el rapero se incorporó. -¿Qué haces aquí?
- Nada. Sólo quería hablar con alguien. –explicó Joon mientras se sentaba en la cama.
- Hoy has estado raro… ¿ha pasado algo? ¿estás bien?
- Sí. Yo estoy bien. O eso creo. Sólo que hay cosas que no entiendo… -Thunder le miró sin entender nada. -¿Has hablado últimamente con los hyungs o el maknae?
- ¿Hablar? ¿Sobre qué?
- Bueno… sobre… ya sabes. Amores y tal… -el mayor no sabía cómo decirlo.
- ¿Amores? –preguntó sorprendido. –¿los hyungs están enamorados? ¡No me han dicho nada!
- Hombre, no sé si están enamorados de verdad… pero parece que si hay alguien en sus vidas. Yo tampoco sabía nada.
- ¿Y sabes quién son? –preguntó el menor muy curioso.
- Sí… y, además, conozco a esas personas
- ¿Y yo? ¿Y yo las conozco?
- Sí… -dijo con miedo el bailarín.
- ¿Quiénes son? Venga, dime. No te hagas de rogar.


El bailarín suspiró y se armó de valor. Parecía que el rapero no sabía nada. No sabía muy bien si tenía que contárselo o esperar a hablar con cualquiera de los tres implicados. Pero no podía callarse…




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5


- Verás Thunder… -comenzó. –Ayer cuando subí a la habitación a por la revista, escuché a Seungho hyung y G.O. hyung hablar. –el rapero asintió esperando más. –Y resulta que escuché algo que me desconcertó.
- ¿El qué fue?
- Creo que los hyungs… bueno, creo que Seungho hyung está con… -los ojos de Thunder estaban totalmente expectantes esperando la respuesta. Joon resopló. –Creo que está enamorado de Mir
- ¡¡¿QUÉ??!! –gritó el pequeño. –Pero… pero… vamos a ver… ¿cómo has dicho?
- Vale… veo que no lo sabías –susurró Joon.
- ¿Pero cómo iba a saberlo? Y… ¿desde cuándo?
- Baja la voz, que estás montando un escándalo. –el pequeño se tapó la boca. –No sé desde cuándo. Sólo escuché eso y que… bueno, G.O. hyung y Seungho hyung han tenido algo entre ellos… -Thunder estaba tan sorprendido como Joon cuando lo escuchó. Quizás incluso más.
- No puedo creerlo… -hizo una pausa. –Claro que, si lo piensas fríamente… entiendo ahora muchos de los comportamientos de los tres… pero aún así, es muy fuerte… ¿Seungho hyung ha engañado a Mir con G.O. hyung?
- ¡¡¡¿¿CÓMO DECÍS??!!!

Thunder y Joon se giraron hacia la puerta. Ahí estaba el pequeño maknae. Su cara sólo reflejaba rabia. Rabia y tristeza. No podía creer lo que estaba escuchando. ¿Era realmente verdad? No podía ser cierto que su hyung, SU líder le hubiera engañado con G.O. hyung…

- Mir, Mir… a ver. Relájate –le dijo Joon
- ¡¡¡NO ME RELAJO!!! –gritó. –Que me digáis qué coño estáis diciendo
- Mir yo… -Thunder no era capaz de articular palabra. Demasiada información en muy poco tiempo.
- Escúchame –le dijo el bailarín al maknae. –Yo… a lo mejor escuché mal. No sé qué hay de cierto en todo esto… -el mayor intentó quitarle hierro al asunto.

El maknae se giró y fue derecho a la habitación de G.O. hyung. Joon y Thunder le siguieron. Mir entró sin pedir permiso y de muy malas maneras. G.O. estaba mirando el correo en el portátil.

- ¡¡¡¿Pero tú de qué coño vas?!!!
- ¿Mir? ¿Qué pasa? –G.O. miró sorprendido a Thunder y Joon buscando alguna explicación pero ellos sólo podían mirarle igual de sorprendidos.
- ¿Que qué pasa? ¡¡¡¿Y todavía me preguntas que qué pasa?!!! –el pequeño cada vez alzaba más la voz. Ahora mismo era la rabia personificada.
- Pe-pero… es que no estoy entendiendo nada… -logró a decir el mayor de los cuatro.
- ¿Te has liado con Seungho hyung? ¿TE HAS LIADO CON ÉL? –la cara de G.O era de total sorpresa. ¿Cómo se había enterado? –¡¡¡QUE ME RESPONDAS!!! –gritó el maknae pegando un golpe en la mesa de la habitación. La situación se estaba poniendo demasiado tensa y ninguno sabía cómo controlar a Mir.
- Mir, por favor, relájate… -Thunder intervino.
- Tú te callas, ¿estamos? –le ordenó Mir.
- Mir… -dijo el chico castaño. El maknae se acercó a él y le cogió por el cuello de la camiseta zarandeándole.
- ¡QUE TE HE DICHO QUE ME RESPONDAS DE UNA PUTA VEZ! –Joon se metió por medio y separó a Mir de G.O. En ese preciso momento llegó Seungho. Miró la escena totalmente atónito.
- ¡EH EH EH! ¿Pero qué pasa aquí? –grtió el líder. Mir se giró y le miró con los ojos llenos de furia.
- Te odio Seungho. Hemos terminado para siempre. –sentenció el maknae.

Mir se soltó de mala gana de Joon y se fue a su habitación. El resto de los miembros se quedaron en la habitación de G.O. sin decir una palabra. Todos se miraban incrédulos con la situación que acababa de suceder ante sus ojos. Seungho apretó sus puños con fuerza, respiró y miró a G.O.

- ¿Por qué se lo has contado? ¿por qué?
- Hyung… yo no he dicho nada –respondió el chico castaño.
- ¡No te creo! -el líder estaba fuera de sí
- Hyung –intervino Thunder. –G.O. hyung tiene razón… él no le ha dicho nada…
- ¿Y entonces cómo se ha enterado? ¿eh? –le interrumpió el líder
- Mir se ha enterado porque me escuchó a mí decírselo a Thunder. –confesó Joon
- ¿A ti? –preguntó el pelirrojo sorprendido. -¿Y CÓMO COÑO LO SABÉIS VOSOTROS DOS? –el líder volvió a centrar la mirada en G.O., el cual no era capaz de levantar su mirada del suelo.
- Seungho-ssi, deja de culpar a G.O. hyung. Él no le ha dicho nada. Te repito que se ha enterado por mí. Porque yo os escuché hablar ayer. –Seungho y G.O. se quedaron petrificados. –Mientras ayer estabais hablando, yo subí a la habitación y os escuché. Lo escuché todo. Tu relación con Mir –miró al líder directamente a los ojos. –Y vuestra infidelidad también… -Hizo una pausa y miró a ambos. Después, miró a Thunder y prosiguió. –Después de eso, bajé e intenté actuar normal, pero no podía hacer como si nada hubiera pasado, como si lo que escuché no hubiera sido verdad. Hoy ya no podía aguantar más y fui a la habitación de Thunder y le expliqué la situación. Quería saber si yo era el único que no sabía nada de esto. –suspiró.
- Y entonces… cuando Joon hyung me estaba contando lo que escuchó ayer, entró Mir en la habitación gritando porque nos había escuchado toda la conversación. Después, vino aquí y acusó a G.O… -resopló. –Todo lo demás, ya lo sabéis.


Seungho se dejó caer en el suelo de la habitación poniendo su cabeza entre sus manos y sus ojos llenos de lágrimas contenidas. Thunder y Joon miraban a sus hyungs con tristeza. Éste era el primer problema entre ellos cinco. Desde el principio congeniaron muy bien y jamás habían tenido un roce. Los cinco se apoyaban los unos a los otros y se ayudaban en todo lo que podían. Realmente eran amigos… incluso podría decirse que eran hermanos. Ahora todo lo que habían creado juntos desde antes de su debut, se había desmoronado por culpa del amor…






El pequeño Mir entró en su habitación dando un portazo. Se tiró en la cama llorando desconsoladamente. Nada podía hacerle parar de llorar. Entre lágrimas, el pequeño no podía dejar de preguntarse “¿por qué?” mientras golpeaba a la almohada con fuerza. No entendía cómo su hyung le podía haber hecho esto. ¿Y G.O. hyung? ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que enamorarse de Seungho?

- ¿Mir? –preguntó Joon
- Vete hyung. No quiero hablar con nadie. –el pequeño pronunció éstas palabras entre lágrimas. Joon no le hizo caso y entró sentándose a su lado.
- Mir… -el bailarín le puso la mano en el hombro. El maknae se levantó y abrazó a Joon apoyando su cabeza en el hombro de su hyung dejando que todas sus lágrimas cayeran sobre la camiseta blanca de él. Joon sólo pudo abrazarle y dejar que el maknae se desahogara. Sabía que era eso lo que necesitaba.
- Hyung… ¿por qué? –hizo una pausa. -¿Por qué me han hecho esto? Yo quiero a Seungho hyung… le quiero mucho… -Joon no sabía qué decir. –Le quiero muchísimo…
- Yo… lo siento Mir. Siento que tengas que estar pasando por esto. Siento que te hayas enterado de esta forma… -el bailarín se disculpó.
- Joon-ssi... tú no tienes la culpa. Siento por haberte gritado antes.
- No te disculpes. Lo entiendo. –dijo mientras le acariciaba el pelo.

Los dos amigos se quedaron abrazados sin decir una palabra más. El pequeño Mir no podía parar de llorar y Joon intentaba darle consuelo entre sus brazos. Así, ambos se quedaron dormidos…





La luz del sol entraba por la ventana del líder reflejándose en su cara. Hoy realmente no le importaba, hoy no le había despertado porque no había dormido. Había pasado toda la noche dándole vueltas a cómo le explicaría a Mir la situación y cómo conseguiría el perdón de su maknae. Sin embargo, había llegado la hora de afrontar el día, de ver la cara de Mir, y aún no había decidido cómo hacerlo. Se levantó de la cama y fue derecho a la ducha. Intentó despejarse mientras se aseaba pero nada podría quitarle la tristeza que sentía. Bajó a la cocina de mala gana y allí se encontró a G.O. que lucía el mismo aspecto que él. Se sirvió un café y se sentó en la mesa. Ni una palabra entre los mayores. No tenían fuerzas para hablar de nada, ni para saludarse. En ese momento entró Thunder por la puerta. Saludó a sus hyungs y ambos le contestaron con un “hola” muy seco. El rapper no intentó sacar tema de conversación… no estaba el día para nada más que guardar silencio.





Joon se despertó en la cama de Mir. Se giró y miró a su alrededor, no había nadie. Se levantó y vio que encima de la mesa había una nota. Era de Mir.

“Joon hyung, soy Mir. Gracias por quedarte conmigo esta noche. Hubiera sido peor si la hubiera pasado solo. Sé que te sorprenderá despertarte y encontrarte solo. Tranquilo… estoy bien. Me levanté esta mañana temprano y me fui a casa de mis padres. Necesito estar unos días fuera de casa… no puedo mirar a los hyungs a la cara. No después de todo el dolor que me han hecho. Necesito unos días lejos de todo esto. No te preocupes por la promoción… hablaré con manager hyung y le diré que no me encuentro bien para actuar. Lo siento. Te llamaré ¿sí? Gracias por todo. Mir.”

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